domingo, 10 de mayo de 2015

PAROLE NERE..."MI PARTICULAR HOMENAJE A UN SIGLO DE "LA METAMORFOSIS" DE FRANZ KAFKA"

Centenario de ‘La Metamorfosis’, de Franz Kafka, el amante dubitativo

"Frank Kaffa dibuja en La Metamorfosis al hombre de hoy, llevando sobre sí una soledad y una frustración permanente, desenvolviéndose en una sociedad saturada por fuerzas desconocidas, fuera de la comprensión y más aun de control y, por consiguiente, afrontada con temor y cuestionamientos. De la misma manera que el humano actual sobrelleva su propio desarraigo en la cotidianidad Kafka lo hizo sobre el papel, enfrentándose a su entorno y finalmente consigo mismo, en una lucha que duró hasta su muerte y que para el hombre actual continúa sin treguas o términos. Quizás cuántas veces, tal como seguramente lo experimentó Kafka, nos hemos sentido como un insecto, como un monstruo escuchando y tratando de darle significado a los sonidos del mundo a través de las paredes de una habitación, un mundo obviamente con un sentido pero uno extraño, del cual nos hallamos excluidos.
En una carta escrita en 1919 para su padre el autor expresa su convicción de que éste le consideraba un parásito. Por esto y por los antecedentes antes expuestos, es evidente que la presencia de ese insecto no es solo un truco literario, sino que venía predeterminada por fuerzas no analíticas, manifestantes de la identidad más profunda y, por lo tanto, más verdadera. La novela fue escrita como una escapatoria, realizada en medio de las sombras con tal de ser lo más secreta posible, pero ejecutada tan impremeditadamente, tan vehemente, tan visceralmente, que es descubierta fácilmente. Su literatura es solo la expresión leal de sí mismo, tanto en su contenido como en su elaboración. Kafka escribió La Metamorfosis inspirado por las imágenes de un sueño. A la mañana siguiente se pondría en campaña para escribir tan excéntrica obra. Sin embargo, tal labor debería hacerse con esfuerzo, en medio del desvelo y el cansancio de los días trabajando en una compañía de seguros (Kafka se graduó como doctor en Derecho en 1906). Gracias a las cartas que el escritor envió a Felice Bauer, sabemos del angustioso proceso de creación que inició el 5 de noviembre:
 Ojalá tuviera libre toda la noche, para dedicarla a escribir de un solo tirón, sin abandonar la pluma. Sería una noche maravillosa.
Así le gustaba trabajar; queriendo encausar todos sus esfuerzos en plasmar las imágenes elaboradas por su mente, sin más afán que buscar una liberación siempre dolorosa pero finalmente saludable, dejando en muy segundo lugar la publicación. Durante el proceso de creación, novela y escritor se hicieron uno, indispensables uno del otro para ser comprendidos.
Finalmente, como convencido que su obra era tan enrarecida como él mismo, que no sería comprendida por ese mundo que le rodeaba, encargó antes de morir en 1924, a su amigo y colega escritor Max Brod, que destruyera todas sus novelas, cuentos y diarios. Pero finalmente éste no cumplió. Esta sería redescubierta gracias al entusiasmo que experimentaron por ella varios eximios escritores como André Breton o Sartré. Solo después de 1957 se pudo encontrar en las librerías de Praga, ciudad donde vivió toda su vida, ediciones de La Metamorfosis. Desde entonces, la fuerza de su obra ha sido tan importante que el término “kafkiano” se aplica a situaciones sociales angustiosas o grotescas. Frank Kafka se enfrentaría a Gregorio Samsa en una reyerta que sucumbiría con la muerte de uno en manos de la tuberculosis, y del otro, bajo la inanición y las heridas, sobre el suelo de una casa abandonada por sus moradores. La imagen final; la propia familia en un vagón de tren rumbo al sosiego otorgado por la esperada muerte del hijo, del hermano, del insecto, revela al lector ejecutante de la segunda lectura de este relato la condición, primero de Kafka, luego de Gregorio Samsa, y finalmente del hombre moderno."


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