"La Leyenda del Santo Bebedor"
Editorial: Anagrama
Autor: Joseph Roth
La leyenda del Santo
Bebedor, fue publicada por primera vez en 1939, pocos
meses después de la muerte de Roth, exiliado en París, y puede ser considerada,
por muchos motivos, su testamento, la parábola transparente y misteriosa que
encierra la cifra de su autor, hoy redescubierto como uno de los más
extraordinarios narradores del siglo.
El clochard Andreas
Kartak, originario como Roth de las provincias orientales del Imperio
austrohúngaro, encuentra una noche, bajo los puentes del Sena, un enigmático
desconocido que le ofrece doscientos francos. El clochard, que tiene un puntilloso sentido del honor, en
principio no quiere aceptarlos, porque sabe que nunca podrá devolverlos.
El desconocido le sugiere restituirlos, cuando
pueda, a la santa Teresita de Lisieux de la iglesia de Sainte Marie des
Batignolles. Desde este momento, la vida del clochard es un continuo acercarse y perderse en el camino
hacia la iglesia, para cumplir su imposible compromiso.
Es como si el clochard deseara una sola cosa en su vida –devolver aquel
dinero– y, al mismo tiempo, no esperase sino ser desviado por innumerables
absentas, por mujeres casualmente encontradas, por viejos amigos que reaparecen
como comparsas fantasmales. Toda la desgarrada dispersión de la vida de Roth –y
en especial de los últimos años, cuando, también en París, encontraba una
suprema, última lucidez en el alcohol– se transparenta en esta imagen de un
hombre ya tranquilamente ajeno a cualquier sociedad, visitado por jirones de
recuerdos, generosamente disponible respecto a todo lo que le sale al paso– y,
en secreto, fiel a un único y aparentemente inútil voto.
Asimismo, este texto –como señala Carlos Barral en
su feliz prologo– es un apólogo sobre la sacralidad del vino: «De cómo el vino
transforma el mundo, cambia sus leyes, todas incluso la virtud de los santos,
para hacerlo habitable y agradable a los que creen en él.»
Sobre el autor
Joseph Roth (1894-1939) nació en
Ucrania y fue oficial del Imperio austrohúngaro en la Primera Guerra Mundial.
En 1933, después del triunfo nazi, tuvo que exiliarse de Alemania, donde
residía; murió en París. Entre su obra narrativa figuran "La marcha de
Radetzky", "La cripta de los capuchinos" y, publicados por
Anagrama, "La noche mil dos", "La leyenda del Santo
Bebedor", "A diestra y siniestra" y "Confesión de un
asesino". Está considerado, con Broch y Musil, como uno de los mayores
escritores centroeuropeos de este siglo.siempre es del diablo".
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